Voy a exponer mis experiencias personales sobre la vida, y el paradigma que hemos creado, con las costumbres, tradiciones, y creencias.
En primer lugar mientras la humanidad siga por el camino de la oscuridad, todo lo que ocurre es enfrentamiento, con consecuencias violentas, de apego a lo material, y no tener una fe viva, además la deshumanización, que se concreta con la creencia de que el poder, lo da el dinero, y no el amor espiritual.
Todo lo que nos ocurre en nuestra vida tiene muchos significados, los cuales van vinculados por no hacer una vida digna y equilibrada, con responsabilidad, y el motivo es porque nuestra mente no está limpia, y contiene mochilas de desconfianza, temores, deseos que no se cumplen, traumas creados por la familia, acoso escolar por ser diferentes a los demás, rencores, soberbia de creernos lo que no somos, nos agobiamos a la mínima vacilación que tengamos, no somos responsables de nuestros actos, porque los vicios abruman nuestra existencia, y la tendencia es criticar a los demás, pero muy pocas veces reflexionamos en nuestro interior para ver nuestra propia viga, la cual no nos hace ver como somos realmente.
Lo mejor sería una educación espiritual, en la cual se manifestaran los valores máximos de la vida: el amor espiritual, la comprensión, el entendimiento, y el discernimiento. Todo ello nos daría sabiduría para saber distinguir en que erramos y porqué, de esa forma, mejoraríamos para poder erradicar dichos errores para siempre. Los paradigmas que creamos nos están indicando como somos y porque nos cuesta cambiar lo creado, para ir mejorando hacia un estado emocional con mucho más equilibrio del que tenemos, pero lo negamos, diciendo que eso es imposible, que el mundo es así desde que lo conocemos, las sociedades repiten las formas, y hábitos de las costumbres y las tradiciones, las cuales pasan de generación en generación, para afianzarse e ir mejorándolas si se da el caso. Pero todo ello conlleva unas cargas que no dan luz a la vida, porque es un modo de expandir la mente, pero con pocos resultados morales, éticos, y espirituales. Todo lo que nos ocurre lo fabricamos nosotros, y luego tenemos que hacer frente a lo hecho, pero nos quejamos de la vida, al no entenderla de verdad.
La sociedad genera muchas situaciones de todo tipo, pero los verdaderos esfuerzos hacia la MISERICORDIA DIVINA, no se obtienen, porque se ve lo que creemos importante, pero las realidades dicen lo contrario, como por ejemplo: las guerras, nos matamos porque queremos tener razón en lo que queremos, eso da pie al odio, al rencor, la intolerancia, la violencia de todo tipo, la destrucción de la vida y de los bienes materiales produciendo un caos, el cual degenera la salida hacia otros países para mejorar la vida. Pero la incomprensión pasa factura a toda la humanidad por no centrarse en lo mejor de la vida,para evitar todo tipo de desastres que provocamos en la naturaleza, y en nuestras mentes, causados por la mano de los hombres, para poder lucrarse a costa de los demás, no teniendo en cuenta nada que no sea su opulencia para distinguirse hacia los demás, por ser más poderosos y ricos. Como la venta de armas de todo tipo, siendo un negocio sin ningún tipo de entrañas para masacrarnos a nosotros mismos, pero haciendo más ricos y poderosos a los que manipulan a la sociedad. La sociedad tendría que ser más evolutiva en el plano espiritual, para darnos cuenta de los errores que hacemos continuamente, y los criticamos, pero queremos erradicarlos alguna vez para no tener pensamientos bajos moralmente, con poco interior, al no querer, sacamos leyes que suplan nuestra escasa voluntad, para el castigo de los imprudentes incumplidores de dichas leyes, pero la falta de abono espiritual en la enseñanza humana, hace que todo siga igual, la vida sin espiritualidad es una vida vacía de valores morales, éticos y sobre todo espirituales, los cuales mejorarían las mentes humanas animales, para ir convirtiendo en mentes, que deseen aunar la divinidad espiritual, en busca de la vida eterna espiritual, y no los placeres físicos banales, y mundanos que solamente conllevan a la destrucción moral, ética y espiritual de la persona, cometiendo todo tipo de atrocidades físicas y morales.
La naturaleza nos pasa factura, porque además de nuestros malos hábitos personales, creamos mentes negativas y oscuras, las cuales hacen que los pensamientos sean negativos, creando irresponsabilidades con nuestras acciones, contaminando, y degenerando el planeta, que nos da la subsistencia. Lo cual es absurdo, dándose en todo tipo de situaciones poco halagüeñas, como los desastres naturales, y pandemias. Dándonos cuenta que el poder de las armas y del dinero poco pueden hacer contra la naturaleza y los gérmenes invisibles a nuestros ojos. Solamente la responsabilidad con prudencia, crea la solidaridad, y la rectitud entre las personas, para vencer a todas las dificultades que se nos presenten en la vida.
Para lograr que la vida nos dignifique, tenemos que elegir en nuestra propia mente y nuestro corazón, el camino hacia la perfección en la rectitud moral, ética y espiritual, para pulir nuestro interior, sacando lo mejor de la profundidad de la mente, y así resplandecer por dentro, y por fuera de nosotros. De esta forma obtendremos unas mentes elevadas, las cuales renacerán a una vida nueva, comunicándonos con la chispa divina, para lograr que los ángeles nos protejan, por elegir a la chispa divina para que nos enseñe la perfección en la rectitud, caminando hacia la vida eterna espiritual, la cual es la verdadera religión, porque se puede comunicar a través de la chispa divina con los entes espirituales elevados, para restablecer la unión perdida de la mente humana animal, renaciendo a una vida nueva y recta, obteniendo ayuda de los ángeles para nuestro día a día.
Porque el verdadero amor es misericordia; de lo contrario, no sería amor. El amor humano es diferente del amor divino, el amor divino se multiplica indefinidamente del valor humano. El verdadero amor divino, no se puede dejar para un mañana. Sin dicho amor las personas no sabríamos quienes somos, ni hacia donde nos dirigimos, la verdad está en la mente de cado uno de nosotros, pero hay que escuchar nuestros pensamientos para poder elegir lo mejor de nosotros.
La realidad es que todos venimos del Padre Universal, y somos hijos de Dios, y además hermanos espirituales. El amor espiritual hay que utilizarlo para mejorar nuestros pensamientos en nuestras vidas, como si fuera dinero. Pero habrá que utilizarlo en cada palabra, en cada silencio. También se tendrá que incluir en nuestros corazones, y sobre todo en nuestros pensamientos, y así poder elegir lo mejor de cada uno de nosotros. También habrá que desterrar la ira, porque el amor vence, y convence, aunque pensemos que estamos perdidos, y sin salida alguna en nuestra vida. Por dichos motivos hay que construir desde el amor, para cambiar nuestro comportamiento, para que el cambio hacia los demás sea efectivo y congruente, y nuestras obras se plasmarán con una luz resplandeciente. Si invertimos en el amor, el dinero nos perseguirá, porque el cambio de mentalidad será tan armonioso, equilibrado, y maravillosamente fantástico que la felicidad se instaurará en nuestra mente y corazón.
Digamos que el amor vence, El amor regresa. El amor busca. El amor no olvida. El amor te lleva de la mano. El amor guarda y aguarda. El amor espera siempre. Enamórate y ensayarás la vida eterna, Porque estarás en la progresión de la perfección en la rectitud.
La sensibilidad es la capacidad de percibir sensaciones a través de los sentidos humanos, para desarrollar la moralidad, sintiendo las emociones a flor de piel, todo ello se traduce en los verdaderos sentimientos, como el amor, la ternura o la compasión, la inocencia elevada en comprensión, entendimiento y discernimiento, como la inocencia de los niños.
Cuando obtengamos más amor en nuestro interior nos humanizaremos más y mejor, obteniendo más deseos de permanecer, junto a la chispa divina ( un regalo del Padre Universal, cuando llegamos a la edad de cinco años ) que nos cohabita. Para así poder deleitarnos saboreando las emociones paso a paso, porque lo mucho desborda nuestros sentidos.
Para obtener remedios oportunos, habrá que observar lo pequeño. Las sensaciones hay que vivirlas, para beber el agua de la recompensa. No tendremos que considerar esta vida vinculada en nuestro planeta, como un valle de lágrimas; más bien como un yunque forjador de nuestro carácter y comportamiento, para ver mejor las experiencias que forjan nuestras vidas.
Desde el nacimiento estamos en lo pequeño de nuestro cuerpo imperfecto, por propia voluntad; en consecuencia, no tenemos que perder el tiempo levantando nuestros puños clamando en contra de los cielos espirituales, sino progresando en nuestro interior para hacernos dignos del regalo de nuestra vida, y consecuentemente realizar todo lo que esté en nuestras manos, para dirigir la vida a buen puerto, el cual nos cobija de las atrocidades de la vida. No hay que planificar más allá de nuestra sombra, porque no sabemos las consecuencias que puedan producir en nuestras decisiones. Las pequeñas cosas que van con la sabiduría, son una gran verdad. El mejor mañana es el ahora, porque se vive. Además que importa que nadie te crea, la verdad hay que vivirla con deseo divino y no humano. Hay que firmar la paz con el silencio, porque todo se oye y escucha mejor. Hay que practicar el silencio cuando pocos lo practican. Tenemos que saborear la vida como si fuera un buen vino en cada instante y a cada minuto. Habrá que colgar nuestro yo (egoísmo) BOCA ABAJO. Cuando nos demos verdadera cuenta de la vida, tenemos que colgar una jaula de pájaros cantores en nuestro corazón, para ver la diferencia de nuestra vida, la que hacemos, y la que deberíamos hacer para equilibrar nuestras emociones. Habrá que permitir que los demás se equivoquen, para poder tener más misericordia; y no embestir con enfado y acritud. Cuando tenemos alegría llega a nuestro corazón el equilibrio emocional. La codicia se puede instaurar en nuestra mente y también en el corazón, y cuando tengamos que escalar por la cuerda de los sentimientos, para implementarla en nuestros actos, nos resbalaremos por la alta negatividad que produce. Sobre el dinero y el bienestar se ocupa nuestro Padre Universal, Pero tenemos que darnos cuenta que la vida es un libre albedrio que cada uno hace o concierta, para con uno mismo y con los demás. Tendríamos que seguir la progresión de la perfección de la rectitud moral, ética y espiritual, para que se llevase a cabo la voluntad del Padre Universal, tú hijo, tienes que ser como yo soy perfecto en rectitud. Obteniendo todo lo necesario para esta vida y la futura. Porque el sabe lo que necesitamos antes de abrir la boca, porque está instaurado y cohabita en nuestra mente mortal. No hay que buscar maestros; porque la sabiduría nos acompaña siempre, habrá que buscarla dentro del interior de nuestra propia mente.
La chispa divina susurra, y nunca grita, porque el Padre Universal jamás grita. Por eso es tan importante el silencio, para oírlo dentro de nuestra mente, y lo que nos dice es ¡ERES INMORTAL! ¡ERES MI HIJO! ¡BÚSCAME! ¡ESTOY AL FINAL DEL CAMINO ESPIRITUAL! ¡CONFÍA! ¡NO TE DESALIENTES! ¡BÚSCAME! Esto es el eco de una melodía que lleva a las personas hacia el camino progresivo en busca de la PERFECCIÓN EN LA RECTITUD, DANDO COMO RECOMPENSA LA ETENERNIDAD ESPIRITUAL.
También habrá que aprender a lustrar y purificar los pensamientos, para que sean brillantes. La duda es importante porque es propio de personas inteligentes, para desarrollar la impronta individual. Las personas mezquinas y las personas equivocadas en su forma de pensar, son los que no suelen dudar. Porque detrás de cada duda, se puede observar casi siempre una verdad parcial y relativa. Porque la verdad absoluta nos espera después del largo camino eterno, hacia la Isla del Paraíso, que es la residencia del Padre Universal. Para poder enseñarnos habrá que pensar correctamente en todos los ámbitos de la vida, y así llenar de oro espiritual el alma humana. Obteniendo una lógica plena escuchando la intuición del interior de la mente. Porque la intuición es un gran regalo del Padre Universal, para seguir aprendiendo a recapacitar, ante las dificultades de la vida. Porque en la vida siempre no se acierta en todas las circunstancias, y ámbitos que nos toca vivir, porque la experiencia nos va enseñando a distinguir lo bueno de lo malo, para sacar conclusiones, para ayudarnos a ir por el mejor camino de nuestro interior, rechazando todo lo que nos lleve a la oscuridad, y al caos individual.
Cuando la actividad física termina, el alma pasa a un nuevo cuerpo regalado por el Padre Universal, o sea su personalidad, para poder seguir en la vida después del cese físico, pasando a otro nivel dimensional, dependiendo de la luz espiritual generada en la vida física, dicha dimensión se queda en la Tierra, y si hubiera una elevada luz espiritual, se pasaría a otro tipo de dimensión más elevada. Tendremos que vivir las pequeñas cosas, para aprender a descubrir lo mejor que tenemos en nosotros, dándonos cuenta de la importancia que tenemos, por ser especiales por los regalos espirituales dados. Pero en nuestro yo, podremos descubrir la grandeza que nos estábamos perdiendo, al no ser conscientes de no tener una fe viva.
Prometer las cosas no sirve para mucho, porque cuando actuamos, no se ven correspondidas las promesas dichas. Las palabras a veces sobran, porque no nos paramos a escucharlas, para ello habrá que estar en silencio para poder escucharlas, porque si no hay la atención adecuada sobre las palabras que nos dicen no sabremos realmente lo expuesto. La capacidad espiritual puede ser elevada, para poderlo ver con ojos espirituales, esto será en la época de LUZ Y VIDA de la Tierra. Será cuando baje MICAEL DE NEBADON, el cual hizo el otorgamiento para vivir y compartir con sus hijos humanos, su vida como el HIJO DEL HOMBRE Y EL HIJO DE DIOS, o sea JESÚS DE NAZARET. Cuando vamos avanzando dentro de cada uno de nosotros buscando la rectitud, se puede oler los perfumes espirituales que desprenden los contactos que estás hablando mentalmente. Por lo que cuando vayamos avanzando dentro de nuestro interior los sentimientos se agudizarán dando un nuevo tacto, para descubrir más cualidades en nosotros QUE NO SABÍAMOS, desarrollando el gusto para percibir y descubrir nuevos horizontes, aprendiendo a mirar lo que observamos en la inmensidad de nuestro interior. Para desear la libertad, hay que sentirse desnudo, para ser puro de toda maldad y mezquindad. Tampoco habrá que excederse en los halagos de los buenos juicios, porqué la sensatez es madura, pero la madurez se va aprendiendo con experiencias, y a veces está desértica. Sobre los sueños a veces no hay que tomárselos al pie de la letra, todo dependerá de la calidad de cada sueño para indicarnos las cosas que pueden suceder, o que puedan venir en el tiempo. Recuperar los deseos infantiles es un buen principio para quitarnos el egoísmo, y recuperar la sensatez. Las ilusiones son importantes porque es un motor que mueve la mente hacia todos los ámbitos de la vida, pero tienen que ser realistas. La vida es una existencia para pellizcarla sin miedo para darnos cuenta que somos importantes. También habrá que tener en cuenta que en este planeta nadie puede ser santo, pero si las cosas que estén santificadas espiritualmente. En nuestra vida tendremos que humanizarnos, para apreciar lo pequeño, como a no emplear la violencia, para no agredir a nuestros semejantes. También habrá que ir aprendiendo a distinguir las miradas, las cuales dependen del interior individual de cada uno, porque las miradas van sacando la verdad de uno mismo, porque la mirada acaricia y enseña nuestro interior.
La humanidad crece en un ambiente hostil, que las mentes humanas al ser animales reproducen dicha hostilidad, y dichas mentes se tendrán que reconducir voluntariamente para obtener el valor suficiente para la superación de las dificultades, que es bueno y necesario para no tener decepciones, solo así podremos educarnos en la audacia, de esta forma sabremos que significa el valor, desdeñando la violencia de todo tipo y en todos sus ámbitos. Para que la vida tenga esperanza, tiene que haber un río de decepciones. Si la lealtad es aconsejable, el mundo tiene que ser un pozo lleno de traidores. Si la humildad es buena, en consecuencia la vida tiene que ser una permanente demanda de honores y reconocimientos. El trabajo si se hace mal, perjudica a todo el entorno de implicados, por dichos motivos habrá que superarse todos los días para hacerlo mejor. Pero no se tiene que ser vanidoso al trabajar mejor, se puede caer en la tentación de la vanidad, porque ELLA, de todas formas, te rondará si la mente es negativa y oscura. Lo que se tiene que aprender es a no caer en su trampa, porque es muy fácil vestir el EGO. Lo difícil es desvestirlo, por lo cual lo mejor es buscar dentro de uno mismo la verdad de como actúo ante mí y hacia los demás. Porque la verdad es deseable, por dicho motivo en este mundo que vivimos se siembran los errores y falsedades. Para que se nos perdonen los pecados cometidos, hay que cambiar el odio y la venganza, por el amor de los sentimientos íntimos para dárselos al prójimo. Porque el da su amor de tolerancia y paz, y ama mucho es más fácil el perdón, y si ama poco, poco le será perdonado.
Las puertas del reino del Padre Universal están siempre abiertas para todo el que tenga fe viva. El grandioso viaje a la Isla de la Luz, o Isla del Paraíso, se hace después de dejar el cuerpo físico que tenga luz espiritual, dejando las cadenas animales del cuerpo físico.
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