La vida humana, es muy peculiar, porque cada persona, o grupo de personas, dependen de los diferentes ideales, que se transmiten por los partidos políticos, las religiones, los medios de comunicación, las sectas, las tradiciones, las costumbres, y también la conducta de la sociedad en que se vive.  Las manifestaciones, son loables, cuando se hagan para mejorar la responsabilidad en el trato humano, y no para sacar provecho del ego, como tampoco es bueno  inocular  discrepancias, las cuales reactiven  las disputas entre todo tipo de personas que componen el estamento social, todo ello sirve como barrera para  la superación de la colectividad social, en base a las relaciones individuales y personales, creando confusión, para renovar y  mejorar la estabilidad de la mente   humana, hacia los objetivos del raciocinio  social. Ejemplos negativos que rompen la estabilidad y el equilibrio emocional : usar  la violencia,  los enfrentamientos,  el encrespamiento,  las sutilezas,  el vilipendio,  las vilezas, las crueldades, las traiciones, las venganzas, las guerras, el tráfico de personas, todo tipo de vicios, el tráfico de órganos, las ventas de armas, etc. Todo ello rompe las características humanas,  como un vacío caótico existencial de la mente, hacia la posible  mejora y logro de las distintas formas de relacionarnos en los diferentes ámbitos de la vida, como también de  los asuntos sociales de todo tipo que nos tocan vivir, en el día a día. La redundancia, comporta un peligro, sobre la comunicación hacia la sociedad, de todo tipo de líderes, que se quieren  identificar con sus ideas y con su verborrea sutil, para captar la voluntad del grupo de posibles  seguidores, para encrespar sus ánimos, haciendo creer sus razones hacia unos ideales que no contribuyen al equilibrio emocional individual. Poniendo  en peligro la convivencia, la solidaridad, la generosidad, la humanidad,  y el  civismo social, por los riesgos que suponen, moviéndose hacia las disputas personales, las cuales no crean paz y acuerdo, porque desean  el poder, las riquezas, llegando a crear  un fanatismo, el cual  provoque distorsiones sociales, las cuales muevan a la sociedad hacia el  desarraigo y al enfrentamiento por  idealismos mal entendidos, provocando resultados aciagos, los cuales no son polivalentes hacia el entendimiento, la comprensión, y el  discernimiento.  Con esto no quiero decir que todas las personas conciban dichas formas de pensamiento, pero cuando el grupo de seguidores va creciendo, siempre puede haber alguien al cual le guíen el ansia de poder, y hace lo oportuno, para conseguir sus fines, sean los que sean, para distinguirse entre la sociedad.

La gran verdad que puede mejorar para siempre a la sociedad humana, para liberarla de sus pesadas cadenas físicas,  es la progresión de la experiencia individual, canalizándola hacia la perfección de la rectitud, ética, moral, y espiritual.

La dignidad humana requiere, por tanto, que las personas actúen según cada conciencia individual y la libre elección, es decir, movido e inducido por convicción interna personal y no bajo la presión de un ciego impulso interior o de la mera coacción externa. La persona logra esa dignidad cuando, liberado totalmente de la cautividad de las pasiones que generan los vicios, tiende a su fin   con la libre elección del bien y se procura medios adecuados, eficaces, y crecientes para ello.

La gran cuestión de la vida, es preguntarnos: de donde venimos, y para que estamos en este planeta.
Dichas respuestas se pueden contestar siempre que la mente esté elevada espiritualmente, y se haya renacido a una nueva vida, conectando con los entes espirituales que cohabitan la mente mortal humana, los cuales sirven para el renacimiento de la mente humana individual, hacia una nueva vida espiritual, la cual vaya despejando las dudas sobre las vicisitudes de la vida física.

Para tal fin la persona, tiene que tener una creencia espiritual elevada para saber distinguir a la  religión espiritual, de la  humana con sus ritos, ceremonias, boatos, procesiones, adoraciones a esculturas y cuadros religiosos, reliquias, misas, comuniones, bautizos, confirmaciones, todo  lo cual se da por echo, de que es la forma de adoración divina, pero basándose en cosas físicas, que se puedan realizar, para que sus fieles vean y contemplen lo expuesto, y así  obtener su fe con facilidad. La diferencia está, que la fe espiritual tiende a crecer hacia  unos logros  individuales que afiancen su progresión, hasta la eternidad, y la humana es un aprendizaje realizado por los religiosos que componen la organización eclesiástica, los cuales tienen un voto de obediencia hacia la Jerarquía Eclesiástica, que es la que domina la forma de dar la información hacia sus fieles. Basándose en libros escritos por los hombres, como la Biblia, como palabra de Dios, pero no arroja suficiente luz, porque se utiliza literalmente sin crecimiento interior,  y lo importante son las inquietudes que se desarrollan en la mente, hacia la Fe Viva, QUE ES UNA VIDA ETERNA SIN FIN. Que empieza después del fallecimiento del cuerpo físico. Dicho logro sirve para ir culminando las fases espirituales de crecimiento interior, hacia la gran aventura que  espera a los renacidos a la nueva vida espiritual, para conocer a nuestro Padre del Universo Local MICAEL de NEBADON, El cual se auto otorgo para nacer como un humano más, siendo Jesús de Nazaret, Hijo del Hombre e Hijo de Dios. Él es la puerta de conexión de todo el universo espiritual,  Como nuestro Padre Espiritual, concede su bendición divina, hacia sus hijos humanos, que son dignos y eternos, para que inicien la gran aventura hacia  la Isla del Paraíso donde residen El Padre Universal, El Hijo Eterno y el Espíritu Infinito, siendo ellos, la Trinidad del Paraíso. Hay libros escritos por hombres pero guiados por criaturas celestiales, donde se relata todo lo concerniente a la verdadera vida espiritual, donde reside la realidad espiritual, eterna e infinita de los universos.

El comportamiento humano deja mucho que desear, por la irresponsabilidad que genera, al no tener unos ideales de crecimiento interior que lleven hacia una MISERICORDIA, que genere reconciliación entre los pueblos del planeta, para ser autosuficientes en lo esencial de la vida, y además que corrijan los malos hábitos adquiridos por las generaciones humanas, como los vicios de todo tipo, la imposición hacia los demás, para aglutinar poder y riquezas que separen, degraden, y humillen a las distintas sociedades del mundo, creando castas que diferencien la sociedad civil, dependiendo de sus posibilidades de vida física y económica.

Los humanos nos quejamos de casi todo, pero no realizamos las cosas con responsabilidad, por lo cual nuestros actos determinan los resultados de los vicios que tenemos, al no controlarlos, pensando que otros lo mejorarán, por eso se esparcen por todo el planeta los desechos de nuestros pensamientos, además  la negatividad de nuestras conductas sociales, todo lo cual complica nuestra existencia vital.

La naturaleza genera defensas para compensar nuestros actos vandálicos de destrucción física y mental, los cuales tienden a limpiar toda la degeneración existente por nuestro comportamiento social, y personal, que conlleva la degradación del planeta Tierra.

Todas las formas de los elementos de la naturaleza, las cuales,  van creciendo y diversificando hacia   todo tipo de creaciones evolutivas, las cuales cada vez nos   golpean   más por nuestras formas de vida, siendo  más virulentas, más destructivas, y letales, porque nuestras formas de convivencia son cada vez más degenerativas e incongruentes, no llevando a ninguna parte, las mejoras que muchas veces obtenemos, y pronto las perdemos por no ser cabales, intuitivos, y responsables ante los actos de nuestras vidas que originamos.

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